Este pasado mes de abril científicos de la Universitat de les Illes Balears (UIB) publicaron los resultados de un estudio consistente en simular la digestión humana de microplásticos para evaluar su peligrosidad.
Los resultados del grupo de investigación en Análisis por Inyección en Flujo y Análisis de Trazas (FI-TRACE), www.fitrace.es se han recogido en dos artículos publicados recientemente en las revistas científicas Science of the Total Environment y Analyst. Hemos hablado con Manel Miró, uno de los integrantes del proyecto:
¿Podrías resumir en qué consiste el experimento?
Consiste en simular in-vitro el proceso de digestión humana de microplásticos para determinar los aditivos y la concentración que puedan ser desorbidos en los jugos gástricos y gastrointestinales humanos y así poder llegar al torrente sanguíneo y alcanzar diferentes órganos.
¿Qué tipo de microplásticos habéis analizado? ¿Donde se encuentran?
Hemos analizado microplásticos derivados de polietileno de alta densidad como cloruro de polivinilo, el primero usado en envases de plástico, y el segundo presente en tuberías y elementos de la construcción (ej., persianas y aislamientos)
¿Los resultados obtenidos podrían contribuir al desarrollo de tratamientos para paliar la eventual toxicidad de la ingesta de componentes con ese tipo de plásticos?
Los resultados pretenden realizar análisis de riesgo humano derivado de la ingesta o inhalación accidental de partículas de plástico
¿Cómo nació la idea del proyecto?
Desde hace más de 10 años el grupo de investigación se dedica a analizar contaminantes ambientales en muestras sólidas, tradicionalmente suelos, también con ensayos simulando fluidos corporales, pero recientemente los hemos extrapolado a contaminantes emergentes como son los microplásticos y sus aditivos químicos
¿Se han llevado a cabo o hay en curso investigaciones semejantes?
Existe un gran interés actual en desarrollar test in-vitro sin uso de animales modelo como etapa inicial para realizar un cribado rápido de la posible toxicidad humana y ambiental de contaminantes químicos asociados a muestras sólidas, no solamente plásticos, sino también alimentos, materia particulada atmosférica y suelos.
¿Tenéis previsto abrir más líneas de investigación a partir de los resultados obtenidos?
De hecho, estamos en estos momentos ampliando la investigación a fluidos gastrointestinales de biota marina para evaluar el impacto de los microplásticos en la acumulación de plastificantes y otros aditivos en músculo de peces y en moluscos.
Su departamento tiene previsto tener un papel destacado en la futura infraestructura del Aqualab que se inaugurará en 2023, ¿qué opinión le merece esta iniciativa de colaboración entre el sector y la UIB?
Mediante la infraestructura del Aqualab se pretenden iniciar nuestras líneas de investigación por parte de distintos grupos del departamento de química y por lo que se refiere a nuestro grupo FI-TRACE, pensamos en continuar con la temática de los microplásticos derivada de colchones y flotadores de plástico y comprobar si los desinfectantes actúan eficazmente en su eliminación, o por el contrario conducen a derivados químicos que podrían tener efectos nocivos sobre la salud de los usuarios de las instalaciones.