CONCLUSIONES WORKSHOP DE CIRCULARIDAD

La Ley 3/2022, de 15 de junio, de medidas urgentes para la sostenibilidad y la circularidad del turismo de les Illes Balears, trata en su capítulo II sobre la estrategia de circularidad, y concretamente sobre la integración de ésta en el seno de las organizaciones turísticas. Ello nos lleva a la organización del trabajo y las relaciones con sus proveedores y clientes, a través de pautas de compromiso circular.

Estas pautas de compromiso llevarán inevitablemente a que las empresas de la cadena de valor turística desarrollen un código de conducta circular que afectará a cualquiera de las áreas prioritarias de aplicación de la Ley: Agua, Energía, Alimentos, Materiales y Residuos.

El objetivo del reciente workshop organizado por CLIQIB ha sido dialogar con expertos consultores asociados al clúster y el resto de empresas asociadas, sea cual sea su actividad principal, sobre la necesidad de esta implicación y valorar si estamos ante un cambio de paradigma.

En este sentido, los expertos consultados (de las empresas Preverisk, Sostenible XXI y Sinergies), coinciden en que estamos ante un cambio de paradigma, ya que esta normativa está generando mucha atención a nivel internacional (principalmente entre los touroperadores) y que resulta fundamental para el posicionamiento de la región frente a otros destinos competidores. 

Aunque estamos ante el primer año de aplicación de la Ley, y nos podemos encontrar con planes de circularidad hotelera de distinto alcance e intensidad, todos coinciden en señalar que la propia administración aprenderá de los planes presentados y que ello llevará ajustes en las exigencias para equilibrar el avance del sector en su conjunto. Igualmente, ponen en valor la importancia de su trabajo asesor en el hecho de que, tan valioso para la compañia hotelera será la aplicación de una correcta estrategia circular, como saber transmitir el mensaje de lo que van a hacer o logran.

En cuanto a las repercusiones para los proveedores, señalan que se pone en valor el producto local, el Km 0, y cualquier medida de circularidad de los proveedores que pueda apoyar la estrategia de la compañía hotelera cliente. La Lay ya prevé un % de alimentos y bebidas que deberá ser Km 0, y medidas como esta se irán generalizando en un futuro, así como el encaje con las normativas de residuos, envases, y reciclaje.

Quizás la cuestión que genera más debate señala la ponderación estratégica entre la reducción de costes o la pura sostenibilidad por principios. En este sentido, asistimos a opiniones ligeramente divergentes. Mientras escuchamos opiniones sobre la necesidad de “creer” en la circularidad y que la adopción de estos criterios estratégicos acabarán por hacer ganar más a todos en la cadena de valor, otras aportaciones solicitan ya propuestas de acciones en las que el componente de ahorro sea el principal activo.

En cualquier caso, todos coinciden en que la preservación de los altos estándares en salud pública (por ejemplo en la utilización de desinfectantes, o la limpieza de habitaciones y cocinas) siempre estará por encima de cualquier otro criterio. El reto es seguir mejorando en ambos aspectos en niveles de excelencia. 

En todo caso, será a partir de 2024 cuando (por ejemplo en las grandes empresas con más de 250 trabajadores, sus datos de reducción de huella de carbono serán obligatorios) aparecerá información para valorar los primeros resultados de estos planes de circularidad. 

Todos los asistentes coinciden en que, resulta curioso que, debe ser la primera vez que una “filosofía” se convierte en una obligación legal, y con vocación de arrastrar en su transformación a toda la cadena de valor, no sólo a los afectados directamente por el cambio normativo. 

Finalmente, nuestro panel de expertos formularon sus recomendaciones a las empresas del clúster: (a) que reduzcan en lo posible la puesta en el mercado de nuevos envases de plástico, fomentando la reutilización y el reciclaje; (b) que incrementen la comercialización de sistemas de tratamiento que ahorren agua y contaminantes secundarios; (c) que incrementen sus capacidades tecnológicas en la digitalización de procesos y sensorización; (d) que implementen toda la innovación que puedan en sus decisiones de inversión y gobernanza para estar preparados frente a cambios (por ejemplo nuevos requisitos de control de Legionella en continuo, diálogo entre algoritmos de compra y venta de las centrales hoteleras, control remoto de instalaciones hídricas en los hoteles, etc).

Ante la cuestión de su visión a 5 años vista, la sentencia es firme: la circularidad ha llegado para quedarse y todos debemos capacitarnos para aprender durante el proceso de cambio, adaptarnos y seguir elevando los estándares de calidad y servicio.